1. A continuación, os doy una gota de sabiduría, digerible para vosotros, criaturas finitas, a través de Mi Amor eterno. Porque Yo, como Dios, no tengo más hijos que la única Palabra eterna en Mí, que es el único Hijo, en quien Yo tengo complacencia. ¡Pero en el Hijo Yo soy también vuestro Padre y Me complazco en vosotros cuando habéis recibido dentro de vosotros a este Mi amado Hijo y, por tanto, también Mi Santificación a través de Él!
2. Pero esta gota (de sabiduría) cae sobre arena caliente de tierra desértica; porque si bien podéis enriquecer vuestro conocimiento con ella, pero estáis discapacitados para actuar de acuerdo a ella. Y es que lo importante es solo la acción, porque el simple conocimiento nunca genera la Vida eterna.
3. Mirad, todos vuestros "derechos" políticos se basan en la completa falsedad y maldad del amor propio. Maldad que ha marcado la Tierra con linderos y piedras limítrofes. En todas partes sobre ellas dice "esto es mío" y nunca "esto es tuyo". De estos errores inerradicables se generaron principalmente las malas acciones y se tuvieron que inventar leyes completamente ilegales con las que cada uno tiene que asegurar su propiedad imaginada a través de la violencia de castigos inauditos, incluso a través de la muerte. Pero Yo creé la Tierra, el aire, el agua, la lluvia y los rayos del sol para el uso colectivo de todos los hombres y a nadie he dado privilegio alguno de parte Mía.
4. Pero ahora la Tierra está dividida como en el infierno, ya que cada uno tiene su lugar determinado que nunca abandona. De tal manera que solo a través de una correspondiente administración de justicia y de castigos similares se puede poner límites a la maldad. Y así las penas, que son apropiadas para contener la maldad, no pueden ser más que "legales", es decir esto visto a través de un entendimiento infernal, ya que todo, palabra por palabra, es tomado del infierno, es decir, las piedras limítrofes, las leyes y los demás castigos.
5. Mirad, en tales circunstancias es difícil dar un consejo desde el Cielo, en donde una persona tiene todo para dárselo a todos y todos tienen todo para uno, y esto motivado únicamente por amor, algo que os enseña el Evangelio, en donde aún hay que dar la túnica cuando alguien os solicita la capa, para así evitar todo tipo de disputa. Si así hicieran todos como sucede en los cielos, entonces no sería necesario crear nuevas leyes infernales, ya que nadie sería dueño de nada y cada uno quedaría libre de cualquier robo o hurto.
6. Ahora os he mostrado muy brevemente cómo están las cosas. Por tal razón, no forcéis a vuestro Padre celestial a que se ocupe del manejo de las leyes del infierno, para no ofender su Longanimidad y gran Paciencia frente a tales atrocidades e iniquidades, en especial ahora que Yo ya estoy armado en la puerta para anunciar a voz de trueno el último veredicto legal sobre la Tierra, para que con este todo el botín del infierno sea arrojado a los escombros acumulados, allí en donde su autor ha establecido hace mucho tiempo su morada permanente.
7. ¡Tomad en serio estas Mis palabras y actuad con amor, y algún día se verá cuánto oro se encontrará en la basura del infierno! - Amén.
Fuente: Dádivas del Cielo, tomo 1, recibido el 28 de mayo de 1840, por Jakob Lorber